miércoles, 14 de enero de 2015

¡Menudo año nos espera!

Soy una friki de la Navidad. Me gusta. A otros les da por chupar candados. Pero ésta ya se ha acabado. Fue cerrar la puerta a los Reyes Magos y a tomar viento la magia. En la tele desaparecieron sin dejar estela esos elegantes, cuidados, eróticos anuncios de perfumes para dejar paso al de las compresas, justo cuando tenía conseguido ascender por la cortina del salón a lo Charlize Theron, y el de los juguetes por los anticongestivos, antitusivos y anticolestores. En fin, bienvenidos a la realidad.
Pero oye se ha ido la Navidad, y aún resuenan con alegría los ecos de las discusiones con la familia sobre Podemos. ¿Soy yo o el tema de conversación estas fiestas ha sido el nuevo partido? Como no quiero que se me vea mucho el plumero en esas tertulias al estilo ‘Sálvame’, sólo intervengo para apagar el fuego de la ira de algunos que dicen disparates tan estúpidos que aunque el susodicho no me toque nada, me da no sé qué que salga a la calle con esas ideas tan primitivas.
Lo cierto es que opinan después de pimplarse el vino, la cerveza y el cava. Es entonces cuando afirman furibundos, medio poseídos por el maléfico, que como ganen nos quitan las casas. Y lo sueltan sin anestesia, con la boca llena de polvorón.
Pues sí, la Navidad se ha ido, pero esta vez nos ha dejado el aperitivo de lo que nos espera este año que ya, a estas fechas tan tempranas auguro largo, más que 2014. Es un auténtico cansancio estar escuchando los resultados de las encuestas ¿cuántas llevamos ya?, que si Pablo Iglesias bebe los vientos por el régimen chavista, que si habrá pacto entre los grandes partidos o no, que si la crisis remite… Lo siento, pero psicológicamente no estoy preparada para tanta charla. 
Bueno, bueno, y luego están las quinielas sobre quiénes serán los tocados con el halo divino para gobernarnos.
A todo eso hay que sumar que si la Infanta Cristina y el caso Nóos, que si nuevos casos de corrupción de este y del otro… Me canso nada más que de enumerarlo aquí. Estoy por hibernar, y eso que me ahorro. De momento me había pasado a los programas deportivos, pero no he ganado en nada y eso que, menos mal, ya nos hemos librado de la intriga con el Balón de Oro.
Sin embargo, siendo sincera, prefiero mil millones de veces más someterme a estos debates baldíos, repetitivos, a veces poco fundamentados y en todo caso prescindibles en la mayoría de las ocasiones a que lo que me cuenten en la tele y en la calle es que unos locos han entrado en una revista y se han cargado a doce personas sin nocturnidad y con toda la alevosía, en nombre de un dios que, en caso de existir como ellos creen, estará más que avergonzado y huyendo hacia otra hibernación, a la espera de fieles más cuerdos y avanzados. 
En fin, que a la vista de tanto iluminado con medio dedo de frente voy a seguir escalando la cortina a ver si me llaman para el anuncio. ¡Menudo año nos espera!

2 comentarios:

  1. Ayer llega mi hijo del cole y me dice: mamá, que dice...(una niña de su clase, 6 de primaria, colegio público) que si gana Podemos nos quedamos sin vacaciones de Semana Santa!!! Es como lo del futbolista este que decía hace poco que si gana Podemos nos íbamos a quedar sin en jamoncito y las gambas.... Pero lo peor de todo es que esto cala en la gente!!!

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  2. Es curiosa nuestra relación con el miedo. Le tenemos pavor a lo desconocido, como al infierno, pero convivimos bien con el miedo a perder el empleo, a no llegar a final de mes, a no poder cubrir necesidades. Lo que no quiere decir que Podemos sea la solución, pero lo que reivindico es que rebatan su invalidez con veracidad e inteligencia. No con miedo.

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