jueves, 12 de diciembre de 2013

Mandela, el último héroe

En estos momentos, aún no silenciados los aplausos, las voces de admiración y las lágrimas por la muerte de Nelson Mandela, tengo la sensación de que su desaparición como hombre deja la estela de un héroe, quizá el último de esos héroes, personajes únicos, que han labrado los surcos que marcan hitos en la historia. A mí Mandela me resulta una referencia lejana en el tiempo y el espacio, pero no por ello deja de conmoverme su legado. Las grandes transformaciones de la humanidad han sido protagonizadas por iluminados como el líder sudafricano, por gente valiente que piensa en el colectivo antes que en sí mismo y se rebela contra el poder establecido, contra las costumbres cimentadas sobre siglos y, sobre todo contra quien maneja las armas. En la escuela, te cuentan que el primer revolucionario de la historia fue Jesús de Nazaret, quizá el mayor visionario por propugnar aquello del amor al prójimo, muy admirable si no hubiese tenido tantos malos herederos. Después, oías hablar de las gestas de Gandhi, Luther King, Che Guevara…Todos ellos han hecho historia y nosotros vivimos aquí apaciblemente el resultado de sus hazañas. También entiendo que para que hayan héroes debe existir previamente una situación de humillación, vergüenza, violencia o injusticia. Tal vez por ello escasean tanto por estos lares, por pensar ciegamente que nuestro mundo no los necesita, mientras dejamos que su trono sea ocupado por personajes que la historia jamás recordará o recordará mal y que en el mejor de los casos dejarán como señal el nombre de una calle en su ciudad natal. Estoy absolutamente convencida de que los héroes siguen haciendo falta, incluso en el primer mundo, donde las injusticias y la violencia existen aunque no nos parezcan graves porque las víctimas representan una minoría. Es curioso que en este momento de la sociedad nadie aspire a ser un héroe. A mí me hubiese gustado serlo, pero ya no. También, como todos, elegí vivir tranquila. Pude permitírmelo porque tenía el gran cobijo del legado de héroes como Mandela.

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