Es tradicional en mí que el 8 de marzo dedique unas
palabras a las mujeres trabajadoras, que son todas, las que salen de casa cada
mañana por un sueldo, muchas veces indigno, y las que se quedan en su hogar
para poner lavadoras, llenar el frigorífico, hacer la comida, recoger a los
niños, planchar y pasar la mopa, entre otras cosas. Éstas son tareas muy
dignas, pero muy desagradecidas y nada remuneradas.
Suelo acordarme también de todas aquellas mujeres
que viven acobardadas y maltratadas y a las que les deseo la energía y la
valentía necesaria para romper sus cadenas.
Pero hoy no quiero homenajear a las mujeres, a las
que tengo presentes todos los días del año por propia naturaleza. Hoy, Día de la Mujer Trabajadora ,
quiero rendir tributo a dos hombres que pese a las crisis y la gran competencia
del mercado han sido y son capaces no ya de mantenerse, que es difícil sino
conseguir que sus empresas estén en lo más alto del podium económico mundial.
Me refiero al dueño de Inditex, Amancio Ortega, que
ha pasado a ser el quinto hombre más rico del mundo y al presidente de
Mercadona, Juan Roig, que ha creado en plena crisis 6.500 puestos de trabajo.
Son dos hombres que consiguen desde sus propias compañías hacer lo que no
consiguen los gobiernos con todas sus competencias. No hay más que decir.
Suelo decir con mucha frecuencia que mi reino no es de este mundo, y me
refiero precisamente a que 'mataría' por trabajar junto a estos hombres. Espero
que un día se cumplan mis sueños.
Felicidades a todos!
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